El aprendizaje se obtiene a partir de la convivencia
Este era un viaje de conocimiento e intercambio, es decir de aprendizaje.
En África, estar con la gente es algo muy importante.
Al no haber tanta tecnología como en occidente, se vive de una forma más pausada, la personas, se reúnen sin un objetivo concreto, sin prisa, solo para estar juntos. Simplemente estando en calma.
Esto que para nosotros puede parecer una locura, es una de las grandes diferencias culturales que en ocasiones, puede crear una barrera de separación entre las dos culturas. Por ese motivo pensamos que para en un futuro los proyectos acoplaran debíamos de frenar, estar, y planificar desde el punto de vista africano.
Para que los proyectos avancen y funcionen bien en un país tan distinto al nuestro y con una cultura tan arraigada, hay que saber vivir y entender las cosas como las entienden los países de destino donde se realiza la cooperación internacional.
En este viaje, además de convivir al máximo con nuestros amigos africanos, visitamos diferentes escuelas para valorar la posibilidad de llevar luz solar a las mismas. (De estas visitas saldría el proyecto «Una luz en la escuela»), también presentamos a Serigne Babacar (el lider espiritual de nuestros amigos, los Baifal) el futuro proyecto de la cooperativa de mujeres; Un taller, que se hace necesario por las dificultades con las que se está encontrando la agricultura y la necesidad de enseñar nuevos oficios a las mujeres del sahel africano.